Add parallel Print Page Options

Ante esto, el sumo sacerdote Ananías ordenó a los que estaban cerca de Pablo que lo golpearan en la boca.

―¡Hipócrita,[a] a ti también te va a golpear Dios! —reaccionó Pablo—. ¡Ahí estás sentado para juzgarme según la ley!, ¿y tú mismo violas la ley al mandar que me golpeen?

Los que estaban junto a Pablo le interpelaron:

―¿Cómo te atreves a insultar al sumo sacerdote de Dios?

Read full chapter

Footnotes

  1. 23:3 Hipócrita. Lit. Pared blanqueada.